Para mis estimados alumnos de 4º de Diversificación,
Durante todo el curso hemos leído, estudiado y analizado varios textos. A partir de algunos de ellos, os he pedido que hicierais una redacción. Ahora que llega el final de curso, ha llegado el momento de compartirlas.
Después de leerlas escribid un comentario en el blog en el que señaléis las dos redacciones que más os han llamado la atención e indicad el motivo.
CADA DÍA ES UN MILAGRO
REDACCIÓN Nº1
En el techo de mi habitación , en la cocina , en el baño y también en la terraza, he escrito una oración que dice : cada día es un milagro .
Siempre que entro en la casa estoy obligada a leerla y repetirla miles de veces , y siempre tengo la obligación de comparar lo que hecho hoy con lo de ayer . algunas veces me siento muy contenta por haber hecho algo mejor en mi vida , sin embargo otras veces me siento muy triste por haber hecho algo malo que me da vergüenza .Me miro en el espejo y lavo la cara para quitar los pecados que he cometido, pidiendo al Misericordioso que me perdone , y sé que me va a perdonar porque todos los seres humanos son imperfectos , mas lo mejor de todo es aprender de nuestros errores .Es el primer milagro del día . A las ocho de la mañana ,me pongo el vestido que más me gusta, después cojo la mochila y salgo a la calle: hace buen tiempo ; el cielo es azul sin nubes, la hierba es de color verde intenso ,y me llevo una gran alegría por haber visto mis colores preferidos : “los colores vivos” .
Llego al instituto ,entro en la clase y encuentro a mi amiga preferida .Saco una buena nota en un examen de matemáticas . Se acaban las clases y vuelvo a casa. Enseguida encuentro a mi hermano pequeño esperándome en la puerta de la casa ,y le doy un beso; encuentro a mi madre en casa preparando mi comida preferida : pollo con patatas fritas .Más tarde me voy de compra con mis amigas y encuentro lo que quería enseguida. En la calle , encuentro a gente pidiendo limosna : es un milagro que yo no sea una de ellos .Luego vuelvo a casa y ceno con mi familia .
Pude haber sacado una mala nota en el examen de matemáticas , no haber encontrado a mi madre ni a mi hermano en casa , y no haber encontrado a mis amigas preferidas . En consecuencia , cada día es un milagro.
REDACCIÓN Nº2
Cada día que me levanto o despierto es un milagro. Siempre pienso que no voy a despertar porque todos mis sueños terminan en tragedia: muero, me matan, me atropellan o me disparan.
He escrito en un cuaderno todos mis sueños día a día y el leerlos todos, todos los días me da fuerza para seguir hacia adelante, pienso que soy inmortal. Cada día es un milagro.
Tengo la costumbre de ducharme con la luz apagada, eso me hace recordar todos mis sueños.
En el congelador guardo el cuaderno en el que escribo mis pesadillas, también el pescado y la carne. Antes de coger los alimentos debo leer al menos un par de sueños, es una obligación.
Hace tiempo me ocurrió algo extraño.
Me ducho a oscuras porque sé que está sucediendo algo terrible ahí, fuera de mi casa, y… no hay heridos, ni muertos ¿Qué es lo que sucede?
Lo terrible solo ocurre en mi interior, por eso me ducho con la luz apagada para no verme.
Es el primer milagro del día. Salgo de la ducha me dirijo al congelador y veo al camión de la basura, empiezo a llorar de alegría porque no estoy dentro de él aunque mi vida es una basura.
Segundo milagro, abro el congelador y me manda un whatsaap una amiga. Voy al parque y veo a los niños jugar, a los adolescentes tonteando, monto en el autobús y leo el periódico: ha nacido un niño con mucha salud y esto es el tercer milagro del día porque voy a soñar con este niño y es el primer sueño que tendré en el que no me suceda nada malo.
Si me hubiese duchado con la luz encendida me hubiese pasado todo lo contrario: hubiera viajado al basurero en el camión de la basura.
Cada día es un milagro.
REDACCIÓN Nº3
Cuando me despierto veo los rayos del sol salir por la ventana, es el primer milagro. Voy al baño y enciendo la luz, me lavo la cara y me despierto bien del sueño y ese es otro milagro. Salgo a la calle y me pongo a hablar con un amigo ,y el tercer milagro es que voy con él hasta el instituto. Llego al aula y empieza la clase, presto atención a la pizarra y tomo apuntes de lo que dice el profesor. Llega el cuarto milagro: acaba de tocar el timbre, voy al recreo y el quinto milagro consiste en jugar al fútbol y ganar el partido. El sexto milagro es que por fin acaba el instituto y puedo irme a casa.
REDACCIÓN Nº4
En la puerta de me habitación y también en el espejo, he escrito una oración con los colores ingenuos de Juan Miro, rojo , azul, amarillo. Siempre que entro en la habitación estoy obligada a leerla. La oración dice «CADA DÍA ES UN MILAGRO» aunque tengo la costumbre de acostarme con la luz encendida ese aviso guardaba mis cosas. Antes de levantarme debo deletrear mentalmente esa máxima como si fuese la clave que abre la caja del tesoro. Hace tiempo que considero que la historia universal solo consiste en lo que sucede cada hora a 200 metros a mi alrededor. Me duermo con la luz encendida porque sé que fuera están bombardeando constantemente, si bien no se derrumban las caras ni hay muertos bajo las costumbres. Las ruinas solo se producen en mi propio rostro por eso duermo con la luz encendida aunque no suenan las sirenas. Gracias a la luz logro salvar la cara. Después de salir de la habitación comienza la historia universal. Mientras me dirijo a la cocina oigo el camión del butanero, miro por la ventana, después bajo a la puerta de la calle para pagarle. Suena el teléfono me llama mi tía. Salgo a la calle hace sol me encuentro un taxi con mi tía leyendo el periódico, ha habido un accidente y ninguno de los muertos somos ni mi tía ni yo todavía, luego oigo en las noticias lo que pasó en el accidente.
REDACCIÓN Nº5
En la ventana del salón, y también en la puerta de mi habitación, he puesto una foto de mi querida madre con un marco de mis colores favoritos verde y morado. Siempre que entro al salón o en mi habitación estoy obligado a ver el retrato de mi madre. A ella se la ve muy linda en la foto y me hace feliz verla todos los días alegre y bella. Ese retrato guarda también los pajarillos, los árboles, el aire puro, la gente alegre de la calle y muchas cosas más. Antes de abrir la ventana siempre tengo que apreciar a mi madre en ese retrato un buen tiempo como si fuera la clave que abre la caja del tesoro.
Hace tiempo que considero que la historia universal solo consiste en lo que sucede cada hora a 200 metros a mi alrededor. Apreciar la alegría y la belleza de mi madre en el retrato. Es el primer milagro del día. Después de mirar el retrato de la ventana salgo del salón y al instante comienza la historia universal. Mientras me dirijo a mi habitación oigo al chatarrero, miro al carromato lleno de trastos y me llevo una gran alegría al comprobar que yo no estoy entre ellos. Y ese es el segundo milagro del día.
Gracias a al retrato de mi madre y gracias a que la veo feliz en el retrato me siento bien con migo mismo y me da fuerzas para seguir adelante. Cada día es un milagro..
REDACCIÓN Nº6
Yo en el comedor tengo unas fotos en un cuadro y otra foto en la vidriera de mis abuelos y de m i tío. Ellos fallecieron.
Cuando las veo me recuerdan que ellos están dentro de mi corazón.
Cuando pienso en ellos, pienso que están a mi lado.
Cuando mi tío vivía hablaba mucho con él, algunas veces iba a visitarle y le daba muchos abrazos y besos y él me regalaba muchas cosas porque yo era su sobrina favorita y me quería muchísimo.
Cuando falleció me dio muchísima pena que se muriera porque era el mejor tío que tenía.
Cuando voy a la vidriera del comedor y veo la foto de mi tío me acuerdo mucho de él.
Cuando vivía, mi cuñado y mi padre jugaban con él a las cartas, al mus.
Cuando tomé la comunión mi tío se lo pasó a lo grande y en la boda de mi hermana también porque estuve bailando con él.
Cuando él vivía no se le echaba de menos pero como ya no vive se le echa muchísimo de menos.
REDACCIÓN Nº8
Me despierto y lo primero que hago es apagar el despertador, el primer milagro del día es levantarme de la cama. Me dirijo al cuarto de baño y comienzo el segundo milagro. Afeitándome la cara, puedo oír los gritos fuera pero me consuela saber que de momento están en mi cabeza. Bajo por las escaleras y voy a la cocina donde el tercer milagro es hacerme el desayuno. Termino de comer y vuelvo a mi habitación para recoger la ropa que preparé ayer para ir al instituto. El cuarto milagro es ver a mi perro tumbado en ella. Mi perro se tumba en todos los sitios de mi habitación menos en su propia cama. Voy al baño y el quinto milagro comienza cuando me ducho para después vestirme y peinarme. Termino y salgo a la calle intentando no pensar en el caos que me encontraré fuera. El sexto milagro es encontrarme con el mismo amigo de siempre en la puerta de su casa: siempre paso por allí, nos encontramos y vamos hablando de camino al instituto. Cuando llego a clase veo que el profesor no está y llega tarde, como siempre. Entonces me pongo a leer el libro que he cogido de la biblioteca.
REDACCIÓN Nº9
En la puerta de mi habitación, también en el espejo de mi lavabo, tengo escrito una oración que dice “cada día es un milagro”. Aunque tengo la costumbre de lavarme los dientes a oscuras, no obstante, vislumbro esa inscripción en el fondo de la oscuridad junto a la sombra de mi rostro. Hace tiempo que considero que la historia universal solo consiste en lo que sucede cada 10 minutos a 500 metros de mi casa. Me lavo los dientes a oscuras porque sé que fuera están los periodistas constantemente para hacerme fotos. Las ruinas que hay en mi pueblo solo se producen en mi propio rostro por eso apago la luz. Gracias a la oscuridad, de momento, logro salvar los dientes. Es el primer milagro.
Después de lavarme los dientes salgo del cuarto de baño. Mientras me dirijo a mi habitación oigo al panadero. Miro por la ventana y le pido una barra de pan que es la única que le quedaba, ese es el segundo milagro. Suena la puerta: es el panadero subiéndome el pan. Salgo a la calle, está lloviendo no hay nadie por la calle y saco el coche del garaje sin darle un golpe. Leo una revista, esta embarazada la hija del presidente del gobierno y no he sido yo el que la ha dejado embarazada. Voy al bar y oigo en el telediario lo que dicen unos ciclistas: es un milagro que no me guste el ciclismo. Asisto por la tarde a la presentación de un película: me consuelo pensando que no soy yo el que la ha hecho. Pude haberme visto el rostro en el espejo mientras me lavaba los dientes, no haber comprado la última barra de pan, haber hecho esa película detestable. Cada día es un milagro.
REDACCIÓN Nº 10
En el espejo de mi habitación y en mi mesilla tengo una foto que me hace recordar siempre que me levanto o me miro al espejo que hay que sonreír a pesar de los problemas. En esa foto hay una frase en la que pone: cada día es un milagro. Esta frase para mí significa que podía estar amargada y caminar seria por la calle, tener una depresión y quedarme en casa metida en la cama llorando por cualquier cosa o incluso no querer hacer nada ni hablar con nadie, sin embargo, esta frase me hace recordar que aunque hay problemas muy graves, todo se puede superar y me hace saber que hay que vivir el momento como si fuese el último de nuestras vidas.
A las diez de la noche me arreglo y salgo con mis amigos de fiesta. Vamos a un bar cercano y cuando entramos veo a un chico que está solo en la barra de aquel bar; me acerco y comienzo a hablar con él. Mis amigos y yo pensamos en ir a tomar una copa a otro bar, yo le invito a venir y él acepta venir con nosotros. al final de la noche yo empiezo a sentir un cosquilleo en el estómago, creo que me estoy enamorando de él, otro de los milagros de la vida. Cuando llego a casa y me voy a acostar veo la frase y pienso que el milagro de cada día es estar viva y haber podido vivir todo lo que he vivido en ese día. Cada día es un milagro.
REDACCIÓN Nº11
Me despierto y el primer milagro del día es ver mi bonito techo color azul.
El segundo milagro del día es verme reflejado en el espejo y darme cuenta de que sigo vivo un día más.
El tercer milagro del día es cuando me cepillo los dientes, y ese sabor a menta se mueve por mi boca, hasta que llega a mi estómago, eso me hace sentir como nuevo.
Me acerco hacia la nevera y me la encuentro llena hasta arriba, hoy es un día especial por que puedo desayunar un vaso de leche con cereales.
Desayuno a oscuras porque sé que fuera están bombardeando constantemente, si bien no se derrumban las casas ni hay muertos bajo los escombros, las ruinas solo se producen a mi alrededor, afortunadamente nunca soy yo. Por eso apago la luz y no enciendo la televisión, porque no quiero saber lo que pasa a mi alrededor.
Gracias a la oscuridad de momento consigo salvar la cara y ese es el quinto milagro del día.
Llego al instituto y contamos los que faltan, afortunadamente no soy yo ni ninguno de mis allegados, ese es el sexto milagro del día.
Cebreros Literario 